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Así se
explica en gran medida el triunfo electoral de Donald Trump en Estados Unidos (USA) y del Brexit en Inglaterra, que no en todo el Reino Unido (UK), apoyados
por masas de desempleados y descontentos por la crisis social derivada de una
crisis económica, a su vez consecuencia de la mundialización, como queda dicho.
El
proceso de globalización no viene de muy lejos. Tres han sido sus retos hasta
el momento: mover mercancías, mover ideas y mover personas. El resultado de las
dos primeras ha sido un radical descenso de los costes en las modernas
economías. Desde 1820 tuvo lugar una revolución de los métodos de transporte; a
partir de 1990 hemos asistido a una auténtica revolución de las tecnologías de
la información y comunicación, y desde ahora mismo se producirá una revolución
de la telerobótica y del teletrabajo en redes.[1]
Teniendo
lo dicho en cuenta, es un error mantener que el problema de los USA y de UK
radica en la deslocalización de la actividad económica y en la inmigración. Más
aún pretender resolver los problemas del siglo XXI con instrumentos propios del
siglo XX, como se anuncia que se va a hacer: la rebaja de impuestos a las empresas,
para que sus productos sean más competitivos, al tiempo que la subida de los
aranceles aduaneros para defender a aquéllos de la competencia exterior. Ambos
insostenibles en el tiempo, como lo ha demostrado la historia.
La
difícil situación social y migratoria, tanto de los USA como de UK va a tener
que enfrentarse no solo con la competencia de países terceros, sino con la nueva
fase del proceso de globalización, antes aludida, que ahora mismo se abre, que van a eliminar todavía más puestos de
trabajo directo y, por tanto, abaratar costes al tiempo que aumenta el
desempleo. Además siempre existirá la opción de deslocalizar la mano de obra hacia países sureños.
En el
caso de UK los clarividentes brexiteers
van a tener que lidiar con la nueva fase globalizadora, a la vez que con el
hecho de que numerosas industrias británicas dependen de la propiedad intelectual,
la tecnología, la logística y los servicios del resto de Europa. Y su mercado
es, además, el de la Unión. Si carecen de algo de lo dicho deberán cerrar.
[1] BALDWIN,
Richard, The Great Convergence
Information Technology and the New Globalization. Harvard University Press.