Uno, no siempre sabe poner los puntos
sobre la pieza que levanta vuelo, y aunque amaga el tiro la pierde. Por eso
gusta de revolver entre números atrasados de diarios españoles, por ver cuál
era la opinión del lector, generalmente mostrenca, pero que otras veces abate
la pieza fulminada con un tiro sabedor y certero. Es el caso de un señor de
Badajoz que hace cuatro años, en enero, escribía con palabras dice que prestadas: «hay que decir que los valores de hoy son el dinero, el éxito, el
cultivo del cuerpo, la fuerza bruta, la risibilidad de la ética, la
inmisericordia, la competitividad o la guerra por todos los medios. El dinero
va a ser el bien escaso que ahondará cada día más en las diferencias e
injusticias: los pobres, cada vez más pobres; una clase media destruida; y la
riqueza, en poder de unos pocos privilegiados.
De Prodavinci |
Pues creo que seguimos peor, ya observaba
Pérez-Reverte por entonces que los
idiotas y los malvados se mostraban públicamente satisfechos de serlo, y que la
estupidez “se repite y engorda”.
Pues bien, hoy los idiotas y malvados no caben ya en el escenario; la cosa está enquistada y algún tumor sin tratamiento progresa. La apatía es
imperdonable, aunque hayamos cerrado ayer la Puerta de la Misericordia.