viernes, 24 de octubre de 2014

El señor de los bosques



Cerámica de mi colección
Al caer las tardes otoñales, mi bisabuela contaba leyendas del Basajaun, a quien pocos han visto y todo el mundo presentido, entre las nieblas y la hojarasca del bosque, como esa mirada invisible de un ser prodigioso, gigante y peludo, que te observa y alerta a caminantes y pastores de sus naturales enemigos: tximista (el rayo) y otsoak (los lobos), que dispersan y dan muerte a los ganados.


Basajauna nunca se ha podido fotografiar, pero sí pintar según los relatos de quienes un día lo apercibieron. El mío hasta se dejó modelar y, a partir de entonces, señorea mis imaginaciones desde la sobrepuerta de mi estudio.

(Publicado en www.lovelybaztan.com)