[Traigo esta entrada en Facebook, del 5 de enero de 2010,
a las 11,17 horas, para dar unidad de pensamiento a estos Papeles de
Aranbide, aunque sea de modo desordenado en el tiempo]
Belga Queen pasa
por ser uno de los ambientes más hip y trendy de la Bruselas
burguesa. Es un enorme restaurante a media luz, instalado en el patio de
operaciones de un antiguo banco en la Fossée- aux-Loups. Nada más entrar, te
topas con el oyster-bar y se oyen blues en el whisky-bar
instalado en las viejas cámaras acorazadas del subsuelo. Si algo tiene de
extraordinario el local es su decoración y el gentiazo en la tarde-noche, con
una muy larga carta de raciones escuetas y carísimas para cenar. Una vez
instalado en tu mesa, merece la pena observar el patio, con la seguridad de que
no estás siendo apercibido ni por el unfriendly staff, que te acaba de
recibir con un bon appetit para unos platos que se demorarán una
eternidad. Larga fue la espera, que agotó toda nuestra conversación, y por esta
causa pude descubrir el lado más cool de la Queen: sus lavabos,
es decir los aseos, the toilets. Para damas y caballeros, of course,
pero en melée indiscriminada.
Viene a cuento esta vivencia de la luminosa idea de la titular del Misterio de Igualdad de nuestro país de eliminar los rótulos de los aseos de su departamento, por considerarlos sexistas. En fin, uno que tiene ya sus años, se ha visto urgido por necesidades mil y ha pasado por experiencias inenarrables, desde la cuadra y el pozo séptico al mobiliario de diseño exclusivo all-in-one, hasta con soplado por aire caliente.
Así las cosas del género con que se nos importuna, creo que debemos reivindicar con radicalidad aquella antigua placa turca no discriminatoria que equipaba teatros, bares y gasolineras de nuestros años cincuenta, por cierto hoy muy extendida por el continente asiático, tanto en lugares de brillo como infectos y desportillados. Es simple, sencilla, y de barata instalación. También juega a su favor la postura fisiológica que exige adoptar, que parece ser la más adecuada para el asexuado usuario. Sólo hay que tener cuidado en dejar el bolso en alto y que no te caigan las llaves, el móvil o el monedero del bolsillo al negro agujero. Ah, y verificar previamente si cuenta con papel.