viernes, 22 de julio de 2011

Entrelazos


El Monasterio cisterciente de Sta. María la Real de Fitero tiene una sala capitular que es una cucada. Conserva hasta la sillería anterior a la Desamortización del XIX. Es románica, de planta cuadrada, con nueve tramos de bóvedas de crucería que descansan sobre columnas. Los capiteles lucen una decoración vegetal de palmetas estilizadas o bien de piñas, arcos y hojas geométricas. Hay quien entre estas ve pequeños panecillos. Sin embargo, los capiteles de las cuatro columnas adosadas se muestran más toscos, con incisiones acanaladas. Tan solo uno, el que reproduzco, es una rareza antropomórfica: entrelazos agarrados por toscos puños que, señalan los expertos, son de estirpe mozárabe. Para mí que representa la fraternidad de la iglesia de Dios, al pueblo eternamente entrelazado, hermanado por una misma fe. Y me viene a la memoria el Libro de los Proverbios, donde se advierte: Frater qui adiuvatur a fratre quasi civitas firma (Prov. 18, 19), el hermano, ayudado por su hermano, es como una ciudad amurallada.

Me gusta tanto como significante, que lo incorporo como logo del blog.