domingo, 8 de enero de 2017

Me siento muy mal


¡Me he repetido tanto  hablando de la sensación abrumadora que produce en mi humana pequeñez el Cosmos!  Pero hablo siempre desde mí, no entran en esta consideración los demás, llámense como se quieran llamar, aunque la palabra más adecuada sería la de mi prójimo, según lo tengo aprendido —raramente asumido en su dimensión real como cristiano. 

He recibido a fin de año un whatsapp de ultramar con un lacerante mensaje, que analiza nuestro mundo desde una perspectiva porcentual para así llamar mejor la atención de mi conciencia, si es que aún la tengo. Lo traigo a estos Papeles porque los datos callan mi boca sólo al pensar en lo desvergonzadamente privilegiado que soy, incluso en Occidente. Dice así:

Si pudiésemos reducir la población de la Tierra a una pequeña aldea de exactamente 100 habitantes, manteniendo las proporciones existentes actualmente, resultaría algo así...
Habría: 

  • 57 asiáticos
  • 21 europeos
  • 8 africanos
  • 4 americanos
  • 52 mujeres
  • 48 hombres
  • 70 no blancos
  • 30 blancos
  • 70 no cristianos
  • 30 cristianos
  • 89 heterosexuales
  • 11 homosexuales 
  • 6 personas poseerían el 59% de toda la riqueza y 
  • 2 serían norteamericanos. 
De las 100 personas:

  • 80 vivirían en condiciones infrahumanas
  • 70 no sabrían leer
  • 50 sufrirían desnutrición
  • 1 persona estaría a punto de morir
  • 1 bebé a punto de nacer
  • Sólo 1 tendría educación universitaria
  • Sólo 1 persona poseería computadora.

Ahora piense…
  • Si usted se levantó esta mañana con más salud que enfermedades, entonces usted tiene más suerte que millones de personas que no alcanzarían a sobrevivir esta semana 
  • Si usted nunca experimentó los peligros de la guerra, la soledad de estar preso, la agonía de ser torturado, o la aflicción del hambre, entonces usted está mejor que 500 millones de personas. 
  • Si usted puede ir a su iglesia sin miedo a ser humillado, preso, torturado o muerto, entonces usted es más afortunado que 3 mil millones de personas en el mundo 
  • Si usted tiene comida en el refrigerador, ropa en el armario, un techo sobre su cabeza y un lugar donde dormir, usted es más rico que el 75% de la población mundial. 
  • Si usted guarda dinero en el banco, en la cartera, tiene algunas monedas guardadas en una caja fuerte…, entonces está entre el 8% más rico de este mundo. 
  • Si sus padres aún están vivos y unidos, usted es una persona muy rara.


Si usted leyó este mensaje, acaba de recibirlo porque alguien estaba pensando en usted y, más aún, tiene mejor suerte que más de 2 mil millones de personas de este mundo que ni siquiera saben leer.
Se dice también en el mensaje que "al analizar nuestro mundo desde esta perspectiva tan reducida, se hace más presente la necesidad de aceptación, entendimiento, educación y, sobre todo, TOLERANCIA". Yo creo que no, que esta consideración es muy floja, que está bien, pero no basta. Hay que respetar y aprender de los pobres, pero sobre todo hay que atacar la raíz de la inequidad, que es donde se originan todos los males sociales y va mucho más alla que el mero crecimiento económico. Que la riqueza de los unos depaupera y "descarta" a los otros.

Me siento mal porque soy parte del escándalo no ya de la pobreza, sino de los pobres entre esos privilegiados "que podían mirar al 'rebaño' como un cigarro habano a una colilla"[1]




[1] GIRONELLA, José María, Condenados a vivir. Planeta, Barcelona, 1994, p. 327