jueves, 27 de noviembre de 2014

A la vuelta del camino...



Ocurre que hay algo que caminando por trochas y veredas da esplendor a cuanto existe. Es —lo observó el viejo Chesterton— la ilusión de encontrar algo a la vuelta del camino que aquí discurre entre fresnos y avellanos, hayas y castaños, olmos y abedules. Algo inesperado. Puede ser que topes con la erreka, o se abra el paisaje y te muestre un horizonte de brillantes colores; quizá no, sino un pequeño erizo en busca de su lombriz; o unas setas que ayer no estaban allí; o ardillas que se afanan con los últimos frutos del bosque; o raras torcaces que vislumbraron bellotas entre los robles y se disponen a descansar; o un  espantadizo corzo o al huraño jabalí. Puede ser que sólo te mires la mano y, viendo la perfección de su movimiento, te encuentres a ti y repares en que eres único e irrepetible. Tú mismo. Y todo en paz, aquí.

(Publicado en lovelybaztan.com 26 noviembre de 2014)