lunes, 19 de diciembre de 2016

La última carta del abuelo




Es tiempo de secretos deseos que dejamos que otros adivinen y nos colmen porque nos conocen y están atentos a como somos. Si acaso los expresamos en una carta que dirigimos A SS. MM. los Reyes Magos de Oriente, con el ánimo de que atiendan nuestras útiles o pequeñas pretensiones según convenga y puedan.

En la noche de la Epifanía, SS.MM. siempre han dejado en mi familia al marchar un “edicto” comentando las cartas que de nosotros, niños, recibieron y cuanto de nosotros saben porque son sabios. En él marcan también las pautas y consejos que su milenaria experiencia entiende que hemos de seguir niños y mayores en nuestra vida, por lo menos hasta el año siguiente. Todo firmado, rubricado y con los colgantes sellos céreos reales.

Nada tiene que ver con la Navidad, pero sí con las misivas. En la tranquilidad de estos días el azar ha puesto entre mis manos la última carta, llena de consejos y recomendaciones, que un abuelo dirigió a sus cinco nietos. Su autor, James K. Flanagan, an Irish fellow emigrado y afincado en New Jersey, fue un admirado autor católico, poeta y cuentacuentos irlandeses. A su decir, su mayor felicidad era emplear su tiempo con la familia, especialmente con sus nietos, de 11 a 5 años de edad. Murió inesperadamente de un ataque al corazón el 3 de septiembre de 2012, a los 72 años. Meses antes había escrito una carta a sus nietos dándoles consejos  que creía importantes para su vida. Con el permiso de su hija Rachel Creighton, la carta fue reproducida a los pocos días del óbito por The Huffington Post, y mil veces compartida. Puede encontrase recitada en inglés americano en Youtube.

La carta dice así:

The Huffington Post

Queridos Ryan, Conor, Brendan, Charlie y Mary Catherine,


Mi sabia y reflexiva hija Rachel me instó a escribir algunos consejos para vosotros, sobre las cosas importantes que he aprendido acerca de la vida. Estoy empezando estas líneas el 8 de abril de 2012, víspera de mi 72 cumpleaños.
 

1º. Eres un regalo maravilloso de Dios tanto para nosotros como para todo el mundo. Recuérdalo siempre, especialmente cuando pases por momentos difíciles de la vida.
 

2º. No tengas miedo de nadie ni de nada cuando se trata de vivir tu vida más plenamente. Persigue tus esperanzas y tus sueños, no importa cuán difícil o “diferentes” puedan parecer a los demás. Demasiadas personas no hacen lo que quieren o deben por lo que otras personas puedan pensar de ellas. Evita a los pesimistas. Lo peor de todo en la vida es mirar hacia atrás y decir: “Yo tendría, podría tener, debería haberlo hecho”. Asume riesgos, equivócate.
 

3º. Todos en este mundo solo somos personas corrientes. Algunas pueden usar sombreros más chulos o tener grandes títulos o (temporalmente) poder, y quieren que vosotros penséis que ellos están por encima del resto. No les creas. Ellos tienen las mismas dudas, temores y esperanzas: comen, beben y duermen como todos los demás. Cuestiona siempre la autoridad, pero sé prudente y cuidadoso en la forma en que lo haces.
 

4º. Haz una lista de todas esas cosas que quieres hacer: viajar a lugares, aprender una habilidad, dominar un idioma, conocer a alguien especial. Que sea larga y haz algunas de ellas cada año. No digas: ”lo haré mañana” (o el próximo mes o el próximo año). Esa es la manera más segura de dejar de hacer algo. No hay mañana, y no hay un momento “adecuado ” para empezar algo, salvo ahora.
 

5º. Sé amable y sal de tu caparazón para ayudar a la gente, especialmente a los más débiles y a los niños. Todo el mundo lleva una pena especial y necesita nuestra compasión.
 

6º. No te unas a las fuerzas armadas o a cualquier organización que entrena para matar. La guerra es el mal. Todas las guerras son iniciadas por los viejos, que fuerzan o engañan a los hombres jóvenes para odiar y matarse unos a otros. Los ancianos sobreviven e igual que empezaron la guerra con la pluma y el papel, la terminan del mismo modo. Así que mueren muchas personas buenas e inocentes. Si las guerras son tan buenas y nobles, ¿por qué no son los líderes los que combaten?
 

7º. Lee libros, tantos como puedas. Son una maravillosa fuente de placer de sabiduría e inspiración. No necesitan baterías ni conexiones, y pueden ir a cualquier parte.
 

8º. Sé sincero.
 

9º. Viaja siempre, pero especialmente cuando eres joven. No esperes a tener el dinero “suficiente” o hasta que todo “esté bien”. Eso nunca sucede. Haz tu pasaporte hoy mismo.
 

10º. Elige tu trabajo o profesión porque te gusta. Claro que tendrás algunas dificultades, pero un trabajo debe ser una alegría. Ten cuidado si coges un trabajo solo por dinero: paralizará tu alma.
 

11º. No te quejes. Nunca funciona, y te perjudicará a ti mismo y a los demás. Cada vez que me he quejado me he equivocado.
 

12º. Mantén siempre las promesas hechas a los niños. No digas “ya veremos” cuando quieres decir “no”. Los niños esperan la verdad.
 

13º. Nunca le digas a nadie que lo quieres cuando no es así.
 

14º. Vive en armonía con la naturaleza: sal al aire libre, bosques, montañas, mar, desierto. Es importante para tu alma.
 

15º. Abraza a las personas a las que quieres. Diles lo mucho que significan para ti ahora, no esperes hasta que sea demasiado tarde.
 

16º. Sé agradecido.


Como has leído, las recomendaciones valen para pequeños y mayores, para todo tiempo y lugar. Pínchalas en tu corcho.